lunes, 14 de junio de 2010

Capítulo.12

Al día siguiente me levanté tranquilamente para ir al
instituto. La verdad es que hoy me sentía muy bien, tal vez era por lo ocurrido
con Damon. No podía dejar de pensar en lo que había pasado… Pero cada vez que
me paraba a pensarlo algo me interrumpía los pensamientos, y esta vez fue Elena
avisándome de que habíamos llegado al instituto.


Bajé del coche y me dirigí a la puerta principal, ahí me
encontré con el chico nuevo, Ian.

- ¡Hola Ian! ¿Qué tal? –le saludé.
- ¡Hola Roxy! Bien, ¿y tú? –me sonrió.
- ¡Bien, también! –le devolví la sonrisa.
- ¿Entramos? –me preguntó. Yo asentí y le seguí hacía dentro del edificio.

**

Ya era la hora del recreo. Ian me hizo compañía. Estábamos
sentados en el césped. Charlábamos entretenidamente.

- ¿Elena es tu hermana? –me preguntó.
- ¡Sí! ¡Jajaja! ¿Es que no nos parecemos? ¡Somos
mellizas! –me reí.
- Sí, en algo os parecéis. –reía conmigo. –Ella está saliendo con Stefan, ¿verdad?
- Sí, llevan ya un tiempo juntos. –le expliqué.
- ¿Y tú no tienes novio? –me miró. Yo me sonrojé.
- Digamos que hay algo con alguien… -me sonrojé aún más.
- ¿Le conozco? –preguntó juguetón.
- ¡No! No es del instituto… ¿Y tú? ¿No tienes novia?
- ¿Yo? No, que va… Tuve una relación pero no duró mucho… Nos fue muy mal…
- Oh, lo siento…
- No te preocupes. Todo está bien. Hace poco conocí a
otra persona y bueno me gusta mucho, espero que esta vez vaya mejor.
- Seguro que sí, ya verás. –le mostré mi mejor sonrisa.

Me giré y vi a Stefan sentado en un banco. Estaba solo,
Elena no le acompañaba. Era mi oportunidad de acercarme a él y hablarle. Me
levanté y me disculpé.

- Lo siento, Ian. Ahora vengo. Tengo que hablar con Stefan.


Me dirigí hacia Stefan, mi cara tenía una expresión en plan,
“Ya te estás explicando”. Fui a hablar pero volvió a reírse como hizo el día
anterior al marcharme de su casa.

-Ya me estás diciendo por qué te estás riendo de mí. Que
yo también me quiero reír… -le solté algo enfadada. Stefan no habló. – A mí no
me hace gracia… Explícate, ¡YA! –le exigí.
- Tranquila, Roxy… -intentó calmarme. –Ayer os escuché. –mi cara era todo un poema.
- ¿Que tú qué? No sé de qué me hablas… -disimulé.
- Roxy… Oí todo… Sé que os acostasteis juntos. –me
sonrió. Ya no podía ocultarlo. Me había pillado.
- No se lo habrás dicho a Elena, ¿verdad? No lo sabe,
¿no? –me puse histérica.
- Tranquila, Roxy. No lo sabe. Cuando estés preparada, díselo. –me abrazó. Yo suspiré de alivio.
- Por cierto… Los vampiros lo hacéis estupendamente bien…
-me reí. Él también comenzó a reírse.
- Eso lo noté ayer noche con tus gemidos… -comenzó a reírse,
mientras yo me sonrojaba y le daba un leve puñetazo en el pecho.


**

Esa tarde había quedado con Damon en el Grill. Llegué y me
senté a esperarle. Supongo que no tardaría en llegar.


Pedí un refresco y me puse a observar la gente que había a
mi alrededor. En ese momento noté una mano sobre mi hombro. Me giré pensando
que era Damon y al observar a la persona que tenía frente a mí, vi que era Ian.

- ¿Qué haces aquí, Ian? –le sonreí.
- He venido a tomar algo, te vi y quise saludarte. –me
dijo dulcemente. -¿Qué haces tú?
- Estaba esperando a alguien… -me giré y vi a Damon en la
entrada del Grill. –Lo siento, Ian. Me tengo que ir. –le di un beso en la
mejilla y me fui hacia la entrada, Damon ya no estaba. Pero supuse que habría
salido del restaurante. Salí por la puerta y así era, estaba fuera esperándome.


Me acerqué a él por detrás y antes de poder hacer nada él se
giró y me miró dulcemente. Yo le sonreí.

- Hola… -le susurré.
- Te veo muy guapa hoy. –me dijo Damon. Yo me sonrojé.


Nos dirigimos a su coche y fuimos a mi casa. Jenna no estaba
y Elena estaba con Stefan en la mansión. Así que teníamos la casa para nosotros
solos.

Fuimos a mi habitación y ahí Damon se echó en mi cama.

- ¿Estás cómodo? –me comencé a reír.
- Lo estaría aún más si te tumbases a mi lado. –Sonrió
pícaramente. Yo me acerqué a la cama y me tumbé a su lado. Él me abrazó y me
dio un beso.


En ese momento alguien abrió la puerta. Yo me aparté de
Damon rápidamente y dirigí mi mirada hacia la puerta. Ahí estaban Elena y
Stefan. Éste último no hacía más que reírse. Elena se quedó boquiabierta.

- Yo… yo… Lo siento… -se disculpó mi hermana. Fue a darse
la vuelta pero volvió a mirarnos. - ¿Vosotros dos? –su cara era de asombro. Yo
me tapé la cara avergonzada.
- Elena, ¿podrías salir y dejarnos solos? Queremos
intimidad. –soltó Damon con ese tono que solía irritar a Elena y a cualquiera
que escuchase hablar así a Damon.
- Elena, déjalos. Llevan mucho tiempo así. –dijo Stefan.
- ¿QUÉ? ¿Tú lo sabías y no me has dicho nada? –le fulminó
con la mirada a su novio.
- Elena soy mayorcita, ¡eh! Tengo tu misma edad. Y tengo
tanto derecho como tú a tener novio y a enamorarme. –le solté.
- Pero no de Damon… -me contestó.
- ¡Elena, BASTA! –dijo Stefan y se la llevó de ahí, no
sin antes hacernos un gesto de disculpa.


**


Ya era muy tarde. Después del día que había tenido decidí
irme a dormir. Estaba agotada, me eché en la cama y cerré los ojos, pero de
repente sonó el timbre. Esperé a que alguien abriese pero parecía que no había
nadie en casa.


Bajé las escaleras y abrí. Ahí encontré a Ian.

- ¡Ian! ¿Qué haces aquí? –le pregunté sorprendida. -¿Cómo
has sabido dónde vivo?
- ¡Hola! ¡Quise hacerte una visita! Caroline me dijo
dónde vives. Espero que no moleste. –sonrió.
- ¡Oh, no! Estaba leyendo. –mentí. –Pasa. –le ofrecí que
entrase.


**

Estuvimos toda la noche riendo y hablando, me lo estaba
pasando muy bien, pero ya era muy tarde e Ian se dio cuenta.

- ¿Estás cansada? –me preguntó.
- No… -mentí.
- No me mientas… Has bostezado como unas cincuenta vecesen todo este rato que llevamos juntos. Me voy ya… Vete a dormir y ya nos
veremos mañana. –me volvió a sonreír.
- ¡Está bien! Pero que sepas que me lo he pasado muy bien
contigo. –le acompañé hasta la puerta y me despedí de él.


**

Subí las escaleras y me acosté en mi cama, ahora sí que no
podía aguantar más. Estaba cansadísima así que cerré los ojos y me dejé llevar
por el sueño.


Estaba caminando por el pasillo de mi casa. Había escuchado un ruido y me había despertado. La curiosidad me pudo y por eso me hallaba en el pasillo, quería saber qué había sido ese extraño ruido.


Avancé con algo de miedo, caminé hasta llegar al final del pasillo. La luz del baño estaba encendida. Me asomé con cuidado por el marco de la puerta. De repente una mano me tocó el hombro yo me giré sobresaltada.

- No huyas de mí… Sé que me deseas… -me decía una voz.
- ¿Damon? –pregunté asustada.
- No… Damon no existe… Sólo estamos tú y yo.
-¿Quién eres? –estaba aterrada. Comenzamos a avanzar hasta llegar al baño y ahí le vi la cara. Era Ian. No llegué a decir nada, ya que comenzó a besarme frenéticamente.
No me pude resistir era mucho más fuerte que yo. Intenté soltarme pero todo
quedó en un burdo intento.
Me dejé llevar, tal vez así pararía pronto. Pero no, él no paró. Comenzó a desabrocharme la camisa.
Yo intentaba deshacerme de él, pero no podía.

- ¡Déjame! –me intentaba soltar. -¡He dicho que me sueltes! –él no hizo caso y siguió.



Algo me hizo despertar de golpe. Estaba
asustada. Comencé a gritar y a patalear del susto que me había llevado.

- ¡Suéltame! –di una patada al aire.
- ¡Shhh! Tranquila, Roxy… Soy yo. –miré a mi lado y vi a Damon abrazándome dulcemente.
- Damon… -me dejé caer sobre su pecho.
- Sólo ha sido una pesadilla… -me intentó calmar.
- Parecía tan real… -me dio un beso en la frente. –Tengo frío.
- ¿Por qué duermes con la ventana abierta si tienes frío?–me preguntó Damon mirándome fijamente.
- Yo no le he dejado abierta, la habrás dejado tú abierta al entrar… -le miré.
- Roxy, yo he entrado por la puerta…

2 comentarios:

  1. Ahora Roxy tiene pesadillas con Ian! XD
    a ver que va a pasar ahora....
    espero el siguiente pronto :)
    bss

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